Alianza de cristal

Frágil. La alianza del PAN con los partidos de izquierda se quebró fácil. Lacónica. Esa unión que advertían duraría toda la legislatura, se acabó en menos de 15 días.

La contradicción se usa más que la congruencia en el Congreso. La transparencia y democracia sindical los unió en el Senado y los separó en la Cámara de Diputados.

Sus fugaces aliados del PRD, PT y Movimiento Ciudadanos, los acusaron de “cuartearse” de “rajarse”. Una crítica tras otra.

Frágil. La alianza del PAN con los partidos de izquierda se quebró fácil. Lacónica. Esa unión que advertían duraría toda la legislatura, se acabó en menos de 15 días.

La contradicción se usa más que la congruencia en el Congreso. La transparencia y democracia sindical los unió en el Senado y los separó en la Cámara de Diputados.

Sus fugaces aliados del PRD, PT y Movimiento Ciudadanos, los acusaron de “cuartearse” de “rajarse”. Una crítica tras otra.

La reforma, turnada al Senado. Ahora la alianza panista fue con el PRI, con el Partido Verde y con el PANAL. Esa unión logró sacar ya la reforma laboral. Pidieron al Senado que si lo considera pertinente se publiquen ya todos los temas en que están de acuerdo.

Los tres partidos a los que se coligó el PAN en esta ocasión han sido abiertamente críticos de Acción Nacional y de la administración de Felipe Calderón. Aún así los diputados panistas se les unieron.

Para el artículo 371, al que se le incluyó el voto indirecto para la elección de líderes sindicales y con el cual se abre la puerta al voto con mano alzada, fueron 356 votos a favor y 130 en contra.

La redacción del artículo 373, con el que se quería obligar a los líderes sindicales a entregar periódicamente informes del destino y administración de las cuotas sindicales, también recibió la aprobación de la nueva coalición.

El más polémico de los artículos fue el 388 bis. Primero se discutió que se discutiera, en una de esas maravillas parlamentarias. 

Y cuando aceptaron discutirlo, a pesar de que algunos panistas se dijeron a favor de ello, parte de la bancada albiazul votó para desecharlo. 

DIGO PERO NO LO CUMPLO

Por Armando Estrop

Luis Alberto Villarreal, coordinador de los panistas, aseguró que en todo momento el PAN había apoyado a los partidos de izquierda. 

El panista dijo que de no haber actuado como lo hicieron se hubieran quedado sin nada, sin reforma. 

“Con el 388 teníamos la esperanza que lo podíamos sostener, ahora los senadores de la república tendrán que tomar una decisión”. Les echó la bolita.

Contento estuvo Manlio Fabio Beltrones. Caminaba sonriente rumbo a su oficina con el Alcalde panista de San Pedro, Ugo Ruiz, y el diputado Homero Niño de Rivera.

La imagen pintó bien la buena relación que tiene el PAN con el PRI en San Lázaro. Se alían para blindar a los sindicatos y uno de sus alcaldes va a saludar al coordinador priista.

A nadie más que al PRI le conviene que este cristal se haya roto.

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