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Sin armas frente al autismo

No se sabe una causa específica, no hay una prueba médica determinada para su diagnóstico y los casos van en aumento en el mundo debido a algunos factores que contribuyen al riesgo de desarrollar Trastornos del Espectro Autista (TEA).

De acuerdo a la OMS, uno de cada 160 niños en el mundo padece autismo. En el caso específico de México, uno de cada 300 niños tiene alguno de los TEA.

En el país, cada año se registran 6 mil nuevos casos de autismo, según la Secretaría de Salud.

El 50 por ciento de los niños con autismo en el mundo son hombres.

50%
de las personas
con TEA tiene discapacidad intelectual, según la OMS
Hay cinco veces más hombres que mujeres con este padecimiento
El autismo se detecta antes de los tres años y permanece durante toda la vida
https://youtu.be/pr6z9QBq-9s

No se sabe una causa específica, no hay una prueba médica determinada para su diagnóstico y los casos van en aumento en el mundo debido a algunos factores que contribuyen al riesgo de desarrollar Trastornos del Espectro Autista (TEA).

De acuerdo a la OMS, uno de cada 160 niños en el mundo padece autismo. En el caso específico de México, uno de cada 300 niños tiene alguno de los TEA.

En el país, cada año se registran 6 mil nuevos casos de autismo, según la Secretaría de Salud.

El 50 por ciento de los niños con autismo en el mundo son hombres.

Y es que aunque no hay una causa identificada, algunos de los factores que influyen para que un niño desarrolle TEA son el estrés que viven las mujeres durante el embarazo y enfermedades autoinmunes en las madres, y la exposición a la contaminación ambiental.

Para expertos, el mundo “está en pañales” respecto al amplio espectro del autismo, pese a la evidencia científica.

Detección, padres y portavoces

La detección temprana es clave para la calidad de vida de las personas que padecen este síndrome neuro-psiquiátrico y de sus familiares.

Y es que “descubrir las bases neuronales tempranas para las diferentes trayectorias de desarrollo, abre nuevas vías para encontrar causas y tratamientos específicos para esos dos muy diferentes subtipos de autismo”, Eric Courchesne, codirector del Centro de Autismo de la Universidad de California en San Diego, y quien ha elaborado investigaciones sobre el autismo.

Además, debido a que no hay pruebas médicas para su diagnóstico, son los padres los que se han vuelto portavoces a través de organizaciones, a la par de investigaciones sobre este trastorno que afecta el desarrollo del cerebro.

“Aunque para los padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como ‘autista’, entre más pronto se haga el diagnóstico cuanto antes se podrá actuar”, puntualiza la Fundación Autism Speaks.

Diagnóstico de los TEA

“El diagnóstico se establece sobre bases clínicas, pues no hay un marcador biológico específico; el examen genético no es un método rutinario y solo en 5.0 por ciento de los casos se pueden encontrar alteraciones metabólicas subyacentes”, dijo José Armando Ahued, titular de la Secretaría de Salud del Distrito Federal. 

Sin embargo, algunos de los comportamientos que indican que hay un trastorno del espectro autista (TEA), son retraso en el desarrollo del lenguaje y dificultad para hacer contacto visual.

De acuerdo a MyChildWithoutLimits.org, los niños con autismo tienen problemas con la interacción social y con su capacidad para relacionarse con otras personas, con la comunicación verbal y no verbal, y tienen intereses y comportamientos repetitivos.

Los bebés con TEA no se dejan mimar y parecen no necesitar afecto o contacto físico. Lloran cuando se les carga y se vuelven ya sea rígidos o flojos cuando se les sostiene.

Tampoco desarrollan apego hacia sus padres y no se desconciertan ante personas que no conocen.

No hay una causa

Aunque no se sabe qué lo causa exactamente, la evidencia científica apunta a problemas durante el desarrollo del bebé en el embarazo, a la genética y a factores como contaminación ambiental.

De hecho, el factor contaminación ambiental es crucial si de autismo se trata, pues la exposición a la misma durante el embarazo, así como durante el primer año de vida del niño aumenta el riesgo a que éste desarrolle TEA, de acuerdo a una investigación a cargo de la Universidad de California del Sur y el Hospital Infantil Los Ángeles.

Los contaminantes que respira la madre pueden afectar de manera directa al cerebro del bebé que se encuentra en pleno desarrollo.

Investigaciones señalan que el autismo también podría deberse a un gen anómalo.

Comportamientos de los TEA

Las personas con autismo tienen miedo a lo que no conocen, se resisten al cambio y son muy rígidos ante el mismo.

No controlan sus impulsos, pueden ser agresivos y prefieren el aislamiento.

También presentan alteraciones senso-perceptuales a estímulos visuales, auditivos o de tacto.

Autismo en México

A partir de mayo de este año, México se ubica entre los países con una legislación que reconoce los derechos humanos de las personas con autismo.

Se trata de la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista (CEA), que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación.

Enrique Peña Nieto, mandatario mexicano, señaló que dicha ley “estipula la responsabilidad del Estado mexicano en la protección de los derechos y necesidades de las personas con esta condición. Las autoridades federales, estatales y municipales deberán alinear e impulsar políticas públicas y programas para cumplir con este propósito”.

“Esta ley nos va a ayudar a revertir esta realidad. México es ahora uno de los pocos países en el mundo con una legislación específicamente diseñada para lograr la inclusión social de las personas con autismo”, señaló Peña Nieto.

“En tanto el Estado mexicano pueda afrontar este fenómeno, necesitamos que nos brinde estímulos fiscales para quienes trabajamos en la atención integral de personas con autismo, y que, incluso, las aseguradoras cubran los costos de tratamiento”, dijo Gerardo Gaya Real, presidente de Iluminemos de Azul, AC, y quien es padre de un niño con TEA.

Gaya Real afirmó que una persona con autismo “es un regalo de la vida. La tragedia es el desconocimiento que gira en torno a esta condición”.

Autismo y la OMS

La OMS indica que los trastornos del espectro autista abarcan una serie de trastornos del desarrollo “que incluyen el autismo, el trastorno desintegrador infantil y el síndrome de Asperger. En todo el mundo, la mayoría de las personas con trastornos del espectro autista y sus familias no reciben ninguna prestación de los sistemas de salud y bienestar social”.

En 2014, la Asamblea de la Salud instó a los Estados Miembros a que incluyeran las necesidades de las personas con TEA y otros trastornos del desarrollo en las políticas y los programas relativos a la salud y el desarrollo del niño y el adolescente y la salud mental. 

Con ello, se deberá incrementar la capacidad de los sistemas de salud y bienestar social para que se les proporcionen servicios a las personas con TEA, al igual que a sus familias.

A su vez, se debe “reorientar el enfoque de la atención basado en centros de estancia prolongada hacia un enfoque de servicios comunitarios no residenciales”, señala la OMS.

El papel de la oxitocina

La oxitocina (conocida como “la hormona del amor”), podría ser clave para tratar a personas con autismo.

Aún no está comprobado, pero se ha especulado que la deficiencia de dicha hormona que estimula la función social puede provocar autismo. Sin embargo, lo que sí está científicamente demostrado es que el tratamiento con oxitocina puede ser muy útil para los niños con TEA, según los resultados de una investigación a cargo del Hospital Lucile Packard y la Universidad de Stanford.

En el estudio, “los niños con peor capacidad social eran aquellos cuyos niveles de oxitocina en sangre eran más bajos”, menciona la investigación que fue publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Y es que pareciera que la hormona del amor “es un regulador universal del funcionamiento social en los seres humanos tanto en los niños con un desarrollo normal, como en los que tienen graves déficits sociales habituales en los niños con autismo”, señaló Karen Parker, autora del estudio mencionado.

Por su parte Antonio Hardan, otro de los autores del estudio, puntualizó que “no importa si el niño no tiene autismo, tiene un hermano con este trastorno o lo padece: la habilidad social estaba relacionada, en cierta medida, a sus niveles de oxitocina, que es muy diferente de lo que se ha especulado”.

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