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Corazones divorciados y rotos

Es bien sabido que el divorcio es un factor de estrés que repercute en la salud física y mental.

Pero por primera vez, un amplio estudio encabezado por el doctor Matthew Dupre, del Instituto de Investigación Clínica de la Universidad de Duke, pone en evidencia el efecto acumulativo de un divorcio durante un largo periodo de tiempo. 

Se encontró que después de un divorcio, las mujeres son 24 por ciento más propensas a sufrir un ataque cardiaco que sus congéneres que permanecieron casadas a lo largo del estudio. 

Es bien sabido que el divorcio es un factor de estrés que repercute en la salud física y mental.

Pero por primera vez, un amplio estudio encabezado por el doctor Matthew Dupre, del Instituto de Investigación Clínica de la Universidad de Duke, pone en evidencia el efecto acumulativo de un divorcio durante un largo periodo de tiempo. 

Se encontró que después de un divorcio, las mujeres son 24 por ciento más propensas a sufrir un ataque cardiaco que sus congéneres que permanecieron casadas a lo largo del estudio. 

El riesgo no era menor incluso a pesar de que las mujeres divorciadas volvieran a casarse. Tenían 35 por ciento mayores probabilidades de tener un ataque al corazón. 

Después de dos divorcios, el riesgo de sufrir un evento cardiaco aumentaba a 77 por ciento. 

A diferencia de los hombres, quienes solo corrían mayor riesgo de sufrir un infarto después del segundo divorcio. Si volvían a contraer matrimonio, las probabilidades de tener un infarto no eran mayores. 

Los resultados fueron consistentes incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta factores de riesgo para sufrir un infarto de miocardio, como edad, síntomas de depresión, índice de masa corporal, hipertensión, actividad física y el consumo de alcohol, entre otros. 

Para la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, se hizo un seguimiento a cerca de 16 mil adultos de entre 45 a 70 años, durante 18 años. 

Sarah Samaan, cardióloga del Hospital Baylor del Corazón en Plano, Texas, dijo a Forbes que “es imposible conocer si las mujeres cuyos matrimonios terminaron en divorcio eran más propensas a tener otras relaciones poco saludables y por ende mayores fuentes de estrés en sus vidas. Pero investigación reciente ha encontrado fuerte evidencia que los corazones de las mujeres reaccionan en una forma mucho más negativa al estrés que la de los hombres”. 

Enfatizó que para las mujeres que están pasando por un divorcio, es especialmente importante construir hábitos saludables, como hacer ejercicio, una dieta balanceada y un sueño adecuado.

“Cultivar relaciones de apoyo y afecto con los amigos y la familia también puede ayudar a contrarrestar los efectos nocivos del divorcio”. 

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