La orquesta sinfónica de Twitter

Twitter es un canal de catarsis, un medio de información inmediata –aunque efímera– y un megáfono de alcance masivo.  

A su vez, es un espacio que impulsa la inspiración de todo tipo. Ha servido de recurso de creatividad para muchos, el más claro ejemplo es que a partir de los tweets se puede generar música.

En este artículo te presentamos dos ejemplos de piezas musicales provenientes de la "orquesta sinfónica" de Twitter.

"Una vez que abres la lata de Twitter y sus hashtags las posibilidades son infinitas y ya he recibido muchas sugerencias para crear la versión inglesa (…) atentos a @juanzelada para novedades, ja, ja, ja”
Juan ZeladaMúsico español

Twitter es un canal de catarsis, un medio de información inmediata –aunque efímera– y un megáfono de alcance masivo.  

A su vez, es un espacio que impulsa la inspiración de todo tipo. Ha servido de recurso de creatividad para muchos, el más claro ejemplo es que a partir de los tweets se puede generar música.

En este artículo te presentamos dos ejemplos de piezas musicales provenientes de la “orquesta sinfónica” de Twitter.

El primero de ellos es The Listening Machine, “un sistema automatizado que genera una pieza de música continua, basada en la actividad de 500 tuiteros del Reino Unido”, como dice su descripción oficial. 

Suena sencillo, pero no lo es. Las conversaciones, pensamientos y, por supuesto, los sentimientos de cada uno de esos usuarios se traducen de una manera matemática –casi mágica– a patrones de música en tiempo real.

La pieza musical no solo es armónica y estéticamente casi perfecta, sino muy humana. Cada sentimiento plasmado en cada tweet, se traduce en esta composición que ¡no tiene fin!

Este proyecto es posible gracias a Daniel Jones, un diseñador, programador y melómano inglés que busca las intersecciones entre el arte y la ciencia; el compositor y violonchelista de Edimburgo, Peter Gregson; y el toque musical de la Sinfonía Britten, una de las orquestas más dinámicas de Europa.

The Listening Machine es, en resumen, un software que mediante algoritmos traslada los mensajes publicados en Twitter y los convierte en partituras.

Los 500 usuarios –seleccionados aleatoriamente– pertenecen a ocho campos distintos, tales como educación, salud, política, artes, ciencia, negocios, deportes y tecnología.

Los algoritmos al ritmo de Twitter

En su página miden por cada campo, la cantidad de tweets que dominan y se grafican en tres categorías.

Sentimiento: El nivel promedio de polaridad emocional, ya sea negativo, positivo o neutro.

Rango: Tasa de actividad global, basada en tweets por minuto.

Temática: Actividad en tiempo real, dentro de las áreas o campos específicos que se monitorean.

Con los trends de comportamiento, esta máquina empieza con la clasificación del Sentimiento, identifica si es positivo, negativo u objetivo. El sistema de The Listening Machine capta palabras emotivas y emoticones que pueden ser clasificados en esas tres distinciones.

Luego, le sigue la Clasificación, en donde se dividen los tópicos. Los ocho campos de las temáticas se usan para clasificar cada estatus que es actualizado en sincronía con Twitter.

Prosa o ritmo, aquí se toman en cuenta la entonación y pronunciación de las conversaciones. El sonido vocal y los patrones de ritmo son extraídos y las palabras son traducidas a secuencias musicales.

El proyecto The Listening Machine está disponible desde mayo y hasta octubre de 2012, a través de Space, el nuevo canal digital de artes de la BBC y el Arts Council England. 

Después, este innovador proyecto seguirá su desarrollo para crecer “conforme avanza el tiempo y su ajuste a la respuesta a los patrones sociales y la sutil generación de nueva producción musical”, según señala su sitio oficial. 

El canal de distribución ideal

No solo es inspiración para música basada en lo que exaltan sus usuarios, también esta red social está expandiendo la difusión de música, una especie de “disquera” descentralizada que funciona en base a lo que los usuarios deciden compartir. 

No, no estoy diciendo una idea disparatada o un plan en vías de realización, pero si te gusta la música y crees en el poder de las redes sociales actuales, esto puede ser la utopía perfecta para el stream, la publicidad y el lanzamiento de música.

¿Por qué? Solo toma en cuenta que a nivel mundial, lo conforman 500 millones de usuarios. De hecho, México está entre los primeros 10 países por la cantidad de usuarios y volumen de tweets: se estiman alrededor de 10.7 millones de usuarios.

Cabe destacar que a principios de 2011 éramos 4.1 millones de cuentas activas.

Además, Twitter te permite contactar e interactuar directamente con tus artistas favoritos; 49 por ciento de los 140 millones de usuarios en Twitter sigue por lo menos a un músico o a una banda, según datos que dio a conocer Twitter el 30 de mayo. 

La música que se difunde a partir de esta red tiene alcance masivo. Esto lo hace diverso, participativo, experimental y hasta divertido.

Además, claramente la música que nace a partir de esta herramienta tendría alcance global, como fue el caso de Zelada e impulsaría el desarrollo a partir de plataformas digitales para incluso monitorear la opinión pública mundial, como sucede con The Listening Machine.

Un ejemplo de colaboración espontánea e instantánea sucedió apenas en marzo pasado. El DJ y músico Deadmau5 puso en Twitter que se encontraba en su estudio para hacer un stream en vivo de una nueva canción en la que estaba trabajando para su próximo álbum.  Chris James, un productor de música electrónca, escuchó el stream y decidió agregarle sus vocales a la pieza instrumental de Deadmau5. 

James le regresó un tweet con el archivo de la canción y sus vocales. A Deadmau5 le fascinó y decidió incluirla en su nuevo sencillo. Una colaboración musical imprevista, pero exitosa. 

#YoConfieso

The Listening Machine es una muestra compleja y creativa de cómo hacer música, pero también se puede hacer música a partir de Twitter de una forma más sencilla.

Para ejemplo está Juan Zelada, un cantante español que en 2010 tomó el hashtag #YoConfieso y a partir de ahí, creo una canción.

Las “confesiones” de diferentes personas fueron el insumo perfecto para que Zelada la compusiera.

En la revista Rolling Stone (versión española), el joven explicó: “un amigo me comentó la posibilidad de componer una canción con esta etiqueta y, al hacer el search en Twitter, vi que las frases tenían mucha musicalidad (…) imprimí cinco o seis páginas de confesiones ajenas y, en un avión rumbo a Lisboa, compuse la canción”.

Por increíble que parezca, te recomiendo estar atento a este joven talento, pues su carrera va en ascenso. Colaboró con Amy Winehouse y cuando se graduó del Liverpool Institute for Performing Arts, recibió la aprobación de Paul McCartney quien afirmó que su álbum –su tesis final– era “smashing”. 

Deadmau5 y Twitter
Lee la serie de tweets que resultó en una colaboración

Twitteando y componiendo
Sitio web de The Listening Machine

De los tweets a tus oídos
Explicación gráfica

Twitter recomienda
Algunos tips para los músicos

#YoConfieso
Video en Youtube del sencillo

#YoCompongo
Sitio oficial de Juan Zelada

Te puede interesar