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La salud según ‘McDreamy’

En los años 90, “ER” fue un pionero de los shows sobre doctores, basados en hospitales y que comenzaron a usar terminología más precisa para referirse a condiciones médicas.

Las complicadas relaciones entre los médicos, la jerarquía dentro de los centros de salud, los romances, los accidentes y los desastres naturales probaron ser un éxito con la audiencia, y así nació otra generación de series similares, encabezadas por “Grey’s Anatomy”.

En los años 90, “ER” fue un pionero de los shows sobre doctores, basados en hospitales y que comenzaron a usar terminología más precisa para referirse a condiciones médicas.

Las complicadas relaciones entre los médicos, la jerarquía dentro de los centros de salud, los romances, los accidentes y los desastres naturales probaron ser un éxito con la audiencia, y así nació otra generación de series similares, encabezadas por “Grey’s Anatomy”.

Pero el realismo del lenguaje tuvo una consecuencia, y es que el público comenzó a tomarse en serio –consciente o inconscientemente– lo que estas series enseñaban.

Porque aunque los nombres de las enfermedades sean correctos, existen muchos errores en otros sentidos: la forma de tratarlos, sus tasas de supervivencia e incluso la frecuencia de su aparición.

“La televisión, películas, libros, todas estas cosas… mucha gente cree que todo es un juego y no nos afecta, que es solo entretenimiento. Pero investigaciones han probado que no es así”, dijo a The Atlantic la doctora Rebecca M. Chory, que ha estudiado el efecto de la televisión en las actitudes de las personas sobre el cuidado de la salud.

Los errores suelen girar alrededor de la probabilidad de un paciente de sobrevivir a ciertos males –en la televisión sobreviven más a los paros cardiacos, por ejemplo–, la cantidad de veces que una sala de emergencia tiene que lidiar con ciertas situaciones –en la que algunas enfermedades comunes nunca son mencionadas– y la forma de tratar ciertos males.

Y la razón para crear una historia sin apegarse a los hechos es sencilla: el entretenimiento.

Una emisión en la que todos los pacientes mueren, o en el que llegan a la sala de emergencia tranquilos con dolor de estómago no llama la atención ni atrae a una gran audiencia. O por lo menos no tanto como uno en el que los doctores se enamoran, casan, divorcian y atienden a víctimas de accidentes dramáticos o desastres naturales.

Otro de los elementos de la realidad que los programas alteran es la percepción de los doctores. Según un estudio del 2003, estos programas se asocian a una percepción de los médicos como personas frías, poco amistosas, tensas, nerviosas y ansiosas, quizá como resultado de series como “House, MD”.

‘Jersey Shore’ te hace violento

Quizá los diálogos e historias de la TV tienen un guión detrás, pero la influencia que tienen sobre el comportamiento de quienes los disfrutan es muy real.

Un estudio realizado por psicólogos de la Universidad Central de Michigan, liderados por el doctor Bryan Gibson, descubrió que ver reality shows con alto contenido de “agresión relacional” –bullying, manipulaciones y rechazo– puede hacer que las personas sean más agresivas.

El experimento consistió en exponer a los participantes a uno de tres tipos de programas: un drama de ficción del estilo de “CSI”; un show de realidad con connotaciones positivas, como “Extreme Makeover”; o uno con agresión, como “Jersey Shore”.

Después participaron en una competencia con otra persona –a quien no podían ver– en la que ganaría quien presionara un botón más rápidamente. El ganador tendría la oportunidad de enviar al otro un sonido muy fuerte y desagradable como castigo.

“Quienes vieron ‘Jersey Shore’ o ‘Real Housewives’ enviaron sonidos más fuertes y largos que aquellos que vieron dramas sobre crimen, aún si estos eran más violentos”, afirmó Gibson en entrevista con NPR. “Sabíamos que las personas que ven agresión relacional en la televisión suelen hacerse más violentos (…)”. Al parecer, los reality shows tienen consecuencias más acentuadas.

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