Hasta siempre, Chespirito

“No te vayas, Chavo”, frase célebre del programa “El chavo del 8”, con la que los habitantes de la Vecindad le piden que no deje la misma al Chavo más famoso de Latinoamérica. Así, miles de fanáticos le pedían a Roberto “Chespirito” Gómez Bolaños que siguiera adelante y se recuperara, cada vez que se publicaban notas falsas sobre su fallecimiento.

Este viernes, las noticias sobre la muerte de Gómez Bolaños no son una falsa alarma que circula por toda la Red.

El actor, comediante, escritor y productor reconocido a nivel internacional por sus personajes de la televisión, falleció en su casa de Cancún, Quintana Roo, a los 85 años de edad.

Vivía en Cancún dado su estado delicado de salud, de hecho, en mayo de este año, dio a conocer en redes sociales que se encontraba “feliz” y “tranquilo”, rodeado de sus seres queridos.

El querido comediante ya no podía caminar y se mudó a dicha ciudad debido a que ahí no requería del tanque de oxígeno que necesitaba al residir en la Ciudad de México.

El mundo entero expresó su pesar ante esta pérdida, y su admiración a una de las figuras emblemáticas de la TV mexicana.

Muchos no creían los mensajes virales en redes sociales como Facebook y Twitter, otros compartieron sin cesar memes de luto, e imágenes en las que aparecían íconos como el clásico corazón amarillo, delante de fondo rojo, de El Chapulín Colorado, solo que esta vez, el corazón estaba roto.

Inclusive se hicieron juegos de palabras con frases célebres de Chespirito y sus personajes, entre ellas “tenía que ser el Chavo del 8” y “fue sin querer queriendo”.

“Chespirito” será velado en la Ciudad de México, de acuerdo al actor Édgar Vivar, amigo del comediante.

Por más de 40 años, Roberto Gómez Bolaños conquistó a generaciones de televidentes gracias a su astucia como El Chapulín Colorado, a su gran corazón como El Chavo del 8, su carisma como El Chómpiras, el Doctor Chapatín, Chanfle y otros personajes que le dieron fama internacional.

Es difícil concebir que una persona diga “eso” sin mover el dedo índice como lo hacía el Chavo en la emisión televisa, preparar una torta de jamón y no acordarse del mismo, así como todos habrán “llorado” alguna vez entonando “pi pi pi”, un llanto que ahora se escucha en todo México y Latinoamérica.