Zoológico del siglo 21
El tema de protección animal se ha vuelto tan polémico como la política o la religión.
Activismo, denuncias, organizaciones civiles, campañas en redes sociales… La sociedad no está dispuesta a tolerar más los actos de violencia contra seres vivos, y busca sí o sí la forma de condenarlos.
Eugenia RodríguezLas autoridades ni tienen la capacidad para decomisar, resguardar o rehabilitar los animales silvestres
El tema de protección animal se ha vuelto tan polémico como la política o la religión.
Activismo, denuncias, organizaciones civiles, campañas en redes sociales… La sociedad no está dispuesta a tolerar más los actos de violencia contra seres vivos, y busca sí o sí la forma de condenarlos.
Basta ver la reprobación e indignación que se desata en redes sociales ante casos de maltrato animal como el que se registró la semana pasada por parte de los empleados de una sucursal de la que se considera “la cadena de tiendas de mascotas líder en el mercado mexicano”, Maskota.
Desde distintos frentes se lucha contra el maltrato animal en todas sus formas, colores y especies.
En el estado de Hidalgo, el Bioparque Convivencia Pachuca ha dado los primeros pasos para dejar de ser un zoológico tradicional.
En 2014, se convirtió en la primera y única Unidad De Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Fauna Silvestre Endémica y Exótica en México, que actualmente participa en el traslado de 25 animales a The Wild Sanctuary, en Denver, Colorado.
Se trata de la mayor reubicación de animales de vida silvestre en la historia de Latinoamérica.
De hecho, a propósito de lo sucedido en la tienda de Maskota, en Pachuca, el alcalde Eleazar García publicó en su cuenta de Facebook que “por la inquietud que ha generado la ubicación de los animales de ‘Maskota’ estamos atentos a recibirlos si es necesario en el ‘Biparque’”.
El Bioparque se convertirá en el primer zoológico del mundo del siglo 21, y será “una institución de la ciudad, para la ciudad, y en pro de los animales”, explica en entrevista para Reporte Indigo Gustavo Lozano, representante de la Fundación Franz Weber en México, a cuyo proyecto ZOOXXI se ha adherido el Bioparque Convivencia Pachuca.
Dicho proyecto global propone un zoológico de una nueva era, bajo un nuevo modelo educativo, científico, ético y tecnológico que permita mostrar “a los animales tal y como son, comportándose de manera natural en sus hábitats. Creemos que eso tiene mucho más sentido que tener los animales en una jaula encerrados donde no se comportan como lo haría en la naturaleza”, comenta Lozano.
Porque “no hay nada más mentiroso que ver un animal en un zoológico. Ni se comportan así, ni están en su estado natural”, apunta en entrevista para Reporte Indigo Blanka Alfaro, de Revolución Animal, que forma parte del Santuario Libres Al Fin!, el primer santuario para animales rescatados de la industria del consumo.
Un zoo diferente
Como “proyecto de reconversión” de zoológicos, ZOOXXI requiere cambiar paradigmas. Para ello, cuenta con propuestas que rompen con la lógica bajo el que operan lo que Lozano llama como “los zoológicos del siglo 19”.
Se trata de pasar de la lógica de “la utilización” de los animales a una de “la utilidad” para ellos y para el planeta, señala el sitio Web del proyecto.
El proyecto de reconversión total de un zoológico como el Bioparque Convivencia Pachuca en ZOOXXI no terminará en un abrir y cerrar de ojos. Será un reto que tomará años.
“No es una cosa sencilla de plantear, sobre todo porque el zoológico del siglo 19 es un espacio muy querido por los ciudadanos”, reconoce Lozano, quien señala que a diferencia de otros fenómenos que involucran a los animales, como los circos o las peleas de perros cuya prohibición o desaparición suele ser apoyada por la sociedad, en los zoológicos sucede todo lo contrario.
“Todas las escuelas llevan a los niños a los zoológicos (…) Los parques zoológicos sí tienen usuarios que asisten frecuentemente. Pero nos parece que esos usuarios podrían tener una mejor experiencia a la hora de ir a un zoo del siglo 21. Podrían estar más informados y mejor formados, y formarse en esta otra lógica y esta otra ética. El esfuerzo va encaminado a eso”.
Primero los circos, ahora las casas
México cantó victoria cuando el año pasado se aprobó la ley que prohíbe el uso de animales silvestres en circos. Pero aún queda un problema grave por resolver: especies salvajes que viven en traspatios.
Uno de los casos más sonados fue el de la tigre llamada “Frida”, quien fue rescatada por la Unidad de Rescate del Bioparque Convivencia de Pachuca.
Esto después de haber vivido durante dos años amarrada y encadenada a los extremos de las paredes del patio de una casa en Monterrey.
Frida es uno de los 25 animales que finalmente han recuperado su estado de salud y serán trasladados a The Wild Animal Sanctuary.
Pero el caso de “Frida” es “súper común” en el país, dice Blanka Alfaro, y quien participó en el evento “Pachuca embajada de la libertad 2015”, para hablar del rescate de este felino en el que estuvo involucrada, junto con Bioparque Convivencia de Pachuca y Parque y Vida Silvestre de Nuevo León.
“Hay muchísimos animales (silvestres) en traspatio”, pero desafortunadamente (las autoridades) no piden ni obligan a las tiendas que los venden a dar una lista con las direcciones de dónde tienen a estos animales, lo cual es un grave error porque todos necesitaríamos estar seguros de que no tenemos a un león (de vecino) que se pueda soltar”.
“Frida” fue adquirida en la tienda de mascotas La Jungla de Timo, una de tantas tiendas de animales exóticos que, a decir de Alfaro, venden este tipo de especies con los ojos cerrados.
No les importan las condiciones de la residencia en la que vayan a parar, ni los riesgos a los que se expone tanto el animal como los dueños. “Frida”, por ejemplo, se soltó en dos ocasiones.
“Son una bomba de tiempo estos animales. Son muchos y no sabemos dónde están. Desafortunadamente no tenemos una ley que prohíba la venta de grandes felinos, estamos hablando de animales potencialmente peligrosos, animales que son muy fuertes, y que obviamente te pueden hacer daño”.
Proceso de todos
> Ciudadano transparente y participativo
La ciudadanía debe ejercer el control de los traslados de aquellas especies que puedan reubicarse en santuarios o reservas. “Que las decisiones sean tomadas por un comité compuesto de especialistas provenientes de la sociedad”, apunta Lozano.
> Un fin ecológico
El objetivo final de la reproducción de especies en la mayoría de los zoológicos es económico, y no ecológico.
Los grandes mamíferos que nacen en estos recintos, en lugar de ser reinsertados en sus hábitats naturales, permanecen o son intercambiados a otros parques.
ZOOXXI propone eliminar la reproducción de animales exóticos y trasladar a los que se puedan a santuarios y reservas.
> Espacio suficiente
Dejar de tener cantidades elevadas de grandes mamíferos en poco espacio. Lozano explica que por lo general el 80 por ciento de los espacios en los zoos actuales lo ocupa el 20 por ciento de los grandes mamíferos –elefantes, tigres, leones, jirafas– que requieren muchos kilómetros de recorrido.
> Diversión ante todo
El nuevo modelo busca introducir tecnología virtual de punta para ofrecer espacios recreativos y contenidos interactivos para el público.
> Objetivos científicos
Un zoo, “cuyos planes de conservación se elaboren en los hábitats naturales de los animales y facilite la obtención de imágenes e información para la construcción de los espacios virtuales que se adecuarían en el parque”, dice.
> Misión educativa
Que tenga una educación basada en la empatía hacia los animales, que contribuya a reducir la violencia interpersonal y fomente una cultura de paz.
“(…) que a los usuarios del parque se les haga saber que lo que ellos están viendo son individuos que pertenecen a una especie pero que como individuos tienen una vida emocional bien nutrida, que son capaces de sentir, sufrir, disfrutar (…)”. Lugares autóctonos
Se buscan centros de educación y recuperación de la fauna autóctona en programas de reintroducción.
El nuevo concepto de zoológicos
Repositorio de felinos
Las autoridades ni tienen la capacidad para decomisar, resguardar o rehabilitar los animales silvestres, que no solo se venden de manera legal –e ilegal–, sino que también se cruzan.
Al menos en Nuevo León estos animales suelen terminar en el Parque Zoológico La Pastora, donde “todos sabemos que está llena de animales rescatados de la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) decomisados, porque no hay dónde meterlos (…)”, dice Blanka.
“Aunque el mismo gobierno no le da dinero a La Pastora para mantener a los animales que está decomisando. Pero todos se los dejan ahí. No tienen ni los medios ni el espacio (…). Normalmente la PROFEPA cuando decomisa un animal se lo llevan a un zoológico público para que todos paguemos y los mantengamos”. ¡
Y enfatiza que lo más importante es cambiar las leyes para que se incluyan animales exóticos. “Porque la Ley Federal de Vida Silvestre te dice cómo tenerlos de forma legal, no se mete en el bienestar (del animal) o qué necesita para estar bien (…)”.
“Son animales híbridos que no son de aquí, pero como quiera se siguen cruzando y reproduciendo, y quedan fuera de todos estos marcos legales”, apunta.
Pero las cosas están cambiando. “La ventaja ahora es que la gente está más despierta, ya no deja pasar esas cosas (maltrato animal). Ya no quiere el maltrato. Llegamos a un punto de violencia en el estado que ya las personas buscan que no haya maltrato por ningún lado, y se mueve más”.
