30 mil años tardó la vida en recuperarse después de la desaparición de los dinosaurios por el meteorito en Yucatán

Urrutia explicó cómo un grupo internacional de 32 científicos de 17 países, descubrió que tras el impacto del meteorito en Chicxulub, Yucatán, la vida en el planeta se recuperó en aproximadamente 30 mil años, más rápido de lo previsto en tiempos geológicos
Pablo Espindola Pablo Espindola Publicado el
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Todos sabemos que la causa de la extinción de los dinosaurios fue la caída de un gran asteroide en la Tierra, hace 66 millones de años. Evidencia de eso, es el cráter Chicxulub, en la península de Yucatán.

La importancia de la zona radica en que ese lugar guarda información importante para entender la formación de la vida en nuestro planeta. “Es el paso de la era de los dinosaurios a la era de los mamíferos y en un inicio las investigaciones se concentraron en los mecanismos, en cuáles fueron las causas que provocaron la desaparición de los dinosaurios, pero conforme hemos ido avanzando, tenemos ahora mucho interés en conocer bajo qué condiciones algunos organismos lograron sobrevivir, qué sucedió después del impacto, cuánto es que tardó la vida en recuperarse, cómo se afectaron los ecosistemas”, señalo Jaime Urrutia en conferencia de prensa.

Urrutia explicó cóimo un grupo internacional de 32 científicos de 17 países, descubrió que tras el impacto del meteorito en Chicxulub, Yucatán, la vida en el planeta se recuperó en aproximadamente 30 mil años, más rápido de lo previsto en tiempos geológicos.

Además aseguró que el cráter, producto del impacto de un asteroide de grandes dimensiones, se formó en un tiempo muy corto: en tres segundos el agujero producido por el meteorito tenía más de 10 kilómetros de profundidad, y en cinco segundos perforó la corteza terrestre 25 kilómetros. En ese lapso se eyectaron grandes volúmenes de material y se formó una cavidad transitoria, que duró pocos instantes.

Este evento provocó la quinta extinción planetaria y la desaparición de más del 90 por ciento de las especies vegetales y animales de nuestro mundo, incluidos los dinosaurios. También indicó que el impacto generó una devastación inicial con muy altas temperaturas, mucho polvo suspendido en la atmósfera que bloqueó la radiación solar, y eyección de grandes cantidades de dióxido de carbono y de vapor de agua.

Por su parte, Ligia Pérez Cruz, investigadora de la UNAM comentó que fueron tres los indicadores biológicos utilizados en este estudio para indagar la recuperación de la vida: los foraminíferos planctónicos, el nanoplancton calcáreo y los icnofósiles.

Detalló que los foraminíferos son microorganismos que viven en los primeros 100 metros de la columna de agua y son del tamaño de un granito de arena; el nanoplancton está formado por nanoalgas marinas de dos a 20 micras de tamaño, y los icnofósiles son estructuras animales fósiles individualmente identificables que reflejan la forma de un organismo.

Urrutia adelantó que ya se construye un museo interactivo sobre el cráter Chicxulub, en el Parque Científico y Tecnológico de Yucatán, el cual facilitará visitas del público a seis laboratorios científicos especializados que ya están en marcha.

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