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La despedida

El jueves pasado de alguna manera se mostró un gran movimiento de gente y dinero por los festejos del día de San Valentín. 

Esto nos muestra dos cosas:  que la publicidad sí influye en el comportamiento de la sociedad, y por otro lado, que la necesidad de sentirse amado como ser humano está latente y mueve hasta la economía. 

Por ello, es importante que veamos la trascendencia que tiene el que la sociedad se abrace y se reconcilie con aquello que la está lastimando, para poder realmente lograr la paz tan anhelada en momentos tan violentos.

El jueves pasado de alguna manera se mostró un gran movimiento de gente y dinero por los festejos del día de San Valentín. 

Esto nos muestra dos cosas:  que la publicidad sí influye en el comportamiento de la sociedad, y por otro lado, que la necesidad de sentirse amado como ser humano está latente y mueve hasta la economía. 

Por ello, es importante que veamos la trascendencia que tiene el que la sociedad se abrace y se reconcilie con aquello que la está lastimando, para poder realmente lograr la paz tan anhelada en momentos tan violentos.

Una manera de poner la primera piedra es poniendo la individual de cada ciudadano. Pero también está la que pesa, la parte de la clase política que es la que toma las decisiones, y en especial de l@s legislador@s federales que están vote y vote o deteniendo y postergando iniciativas.

La Ley Secundaria aún sigue paralizada, detiene lo aprobado constitucionalmente y evita la posibilidad de las candidaturas independientes, la consulta popular y la iniciativa ciudadana.

Los legisladores han olvidado esto y tienen en la congeladora este tema . Y resulta aún más peligroso que quieren sacar una Ley Secundaria donde no toman en cuenta las exigencias de la sociedad.  

Es decir, para que sea posible que el derecho constitucional sea aplicado a la vida real.  Por ejemplo, no se le pueden pedir más requisitos  a quien desea ser candidato independiente, que lo que se le exige a un partido político.

Entiendan señores legisladores que el tiempo se agota y la credibilidad de su pacto también.

En  otro tema, no puedo dejar de hablar de las dos grandes partidas  que se tuvieron el fin de semana en Nuevo León: la del empresario Alberto Santos y la del Doctor Javier Barragán. Ambos con su estilo propio, hicieron grandes aportaciones a Nuevo León:  pusieron constantemente su esfuerzo para tener una mejor sociedad, fueron actores y no espectadores . El Doctor Barragán, con su sonrisa  y carisma, nunca dejó pasar un momento para hacer el bien. 

Alberto Santos fue ayudado por el tiempo y la edad lo pulió, comprendiendo que el ser humano viene a servir y por ello dedicó sus últimos años a ayudar al prójimo. Abrió un nuevo camino para apoyar a los que no tienen voz, a los diferentes y a los olvidados.

Que estas dos  vidas sean ejemplo de luz, de que sí hay esperanza para mejorar nuestro entorno cuando tomamos las riendas y hacemos del no. un SÍ.

 ¿Dices que no se siente la despedida?… ¡Ay!… Dí al que te lo dijo que se despida.

» Ricardo Palma.

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