Españoles siguen ejemplo de México y se unen para ayudar a sofocar incendios en Galicia

Al igual que en México, cientos de ciudadanos salieron a las calles de Galicia para organizar cadenas humanas para transportar cubos de agua y materiales para luchar contra el fuego que consume sus comunidades.

Los incendios forestales en España y Portugal han dejado al menos 31 muertos, decenas de heridos y un número indeterminado de desaparecidos desde el fin de semana debido a condiciones climáticas inusuales. Sin embargo, al igual que en México, los ciudadanos han salido de sus hogares para ayudar a los damnificados e intentar sofocar los fuegos.

Funcionarios en ambos países dijeron que los fuertes vientos del huracán Ophelia en el Atlántico y las elevadas temperaturas azuzaron los incendios, pero los investigadores también enfocan su atención en la posibilidad de que hayan sido provocados.

Veintisiete de las víctimas fallecieron en Portugal, en partes boscosas del centro y norte del país, después de que las llamas comenzaran por circunstancias climáticas “excepcionales”, dijo Patricia Gaspar, portavoz de la Agencia de Protección Civil.

La funcionaria agregó que Portugal hay al menos 51 heridos (15 de ellos de gravedad) y un número indeterminado de desaparecidos.

Cruzando la frontera, en la región de Galicia, en el noroeste de España, cuatro personas murieron, dos de ellas atrapadas en un vehículo, como resultado de los 105 incendios que amenazan áreas habitadas y que han obligado a miles de personas a evacuar sus hogares, informaron las autoridades.

“Toda Galicia llora esta mañana al ver nuestros montes calcinados, pero sobre todo por las pérdidas de las vidas humanas”, aseguró el presidente regional Alberto Núñez Feijóo.

Solidaridad tras desatres naturales

Al igual que en México, cientos de ciudadanos salieron a las calles de Galicia para organizar cadenas humanas para transportar cubos de agua y materiales para luchar contra el fuego que consume sus comunidades.

La ayuda no sólo viene de los vecinos de la zona, decenas de españoles de municipios que no estaban afectados no dudaron en tomar una pala y ayudar en los labores de extinción de incendios a sus compatriotas.

Algunos han ofrecido hasta la vida intentando sofocar los incendios en sus comunidades. Tal es el caso de un hombre de la tercera edad que murió mientras luchaba contra las llamas de la terrible ola de incendios que asolan Galicia.

En México, miles de personas ayudaron en las labores de rescate tras los sismos que azotaron el centro y sur del país los días 7 y 19 de septiembre.

Las solidaridad espontánea de los mexicanos le dio la vuelta al mundo, y fue tema de conversación en decenas de países que vieron en México un ejemplo de cómo los ciudadanos pueden levantar a una nación después de un desastre natural.

La prensa mundial destacó las cadenas humanas de cientos de voluntarios que ayudaron en las zonas de desastre tras el terremoto.

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“Lo mejor de México” fue como describió The Telegraph el trabajo de los voluntarios que con sus manos y herramientas improvisadas removieron los escombros de los edificios colapsados.

Asimismo, cientos de imágenes que muestras la solidaridad de los mexicanos fueron replicadas en todo el mundo. Tal fue el caso de la fotografía de Rebecca Blackwell de Associated Press, que muestra a un grupo de jóvenes removiendo escombros en La Condesa minutos después del sismo de 7.1 grados. Además, la imagen de un grupo de mexicanos ayudando a mover donaciones bajo una fuerte tormenta conmovió a todo el planeta.

Un día después del terremoto, la cuenta oficial del metro de la Ciudad de México compartió la fotografía de un hombre con equipo de rescate descansando en un vagón del transporte público.

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Era claro que el consumo de bienes iba a detenerse, la gente estaba en necesidad: no tenía casa, pertenencias o algo con qué alimentarse y ciudadanos salieron a auxiliar a aquellos que se encontraban aún entre escombros o en peligro. 
 
Pero una cosa fue clara para los comerciantes y restauranteros: no podían quedarse con los brazos cruzados. Así, la solidaridad de micro, pequeñas y medianas empresas desde tlapalerías locales hasta restaurantes de firma dieron todo lo que tenían. Pero ahora, ¿cómo agradecerles? (Seguir leyendo…)