El oscuro presidente de Brasil

Michel Temer asumió la presidencia de Brasil de manera interina, una vez que el Senado apartó de manera provisional a Dilma Rousseff para investigarla en los próximos 6 meses.

Temer, conocido más por su faceta de negociador político, se convierte de esta forma en el tercer presidente emanado del  Partido del Movimiento Democrático Brasileño, fundado en 1980, con una singularidad: ninguno de los 3 ha llegado a través de las urnas.

En 1985, José Sarney se convirtió en el primer presidente salido del PMD tras la muerte de Tancredo Neve. En 1992, Itamar Franco llegó a sustituir a Fernando Collor de Mello, quien había renunciado tras un juicio político en su contra.

Aunque desde 1994 el PMDB no ha presentado un candidato a la presidencia de la República, en los últimos años ha tenido una fuerte presencia en los gobiernos. 

En 2010 y 2014 fue parte fundamental de la coalición que llevaría a Dilma Rousseff a la Presidencia.

Por la importante presencia de su bancada tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, los últimos presidentes brasileños, Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff buscaron acuerdos con el PMDB que les permitieran gobernabilidad.

Durante el mandato de Rousseff, Temer se desempeñó como vicepresidente, y como el hombre fuerte del poderoso PMDB, resultaba un aliado valiosísimo para la mandataria, aunque en ciertos círculos la percepción era la de un hombre con poco peso real en la administración.

Hoy su carrera política ha dado un giro. Ahora es el primer mandatario del país más grande de Sudamérica, y que hasta hace unos años era un referente de crecimiento económico y de progreso social.

Sin embargo, la burbuja parece haber reventado, al escándalo de Petrobras que ha salpicado a toda la clase gobernante, se suma la crisis política, económica y social que vive el país amazónico.

Cuestionado por la forma en que llegó al poder, y con una popularidad alarmantemente baja, Temer tendrá la tarea de tratar de enderezar el barco, por lo que contará, en un principio, con un máximo de 6 meses, en espera de la resolución del juicio a Rousseff.

House of Brasil

La maniobra orquestada por el PMDB, y dirigida por Michel Temer, recuerda la estrategia llevada a cabo por Frank Underwood, interpretado por Kevin Spacey, para quitar de la presidencia a Garrett Walker en la serie de ficción ‘House of Cards’.

De ser el principal aliado de Dilma Rousseff, en la coalición de gobierno, pasó a ser el principal impulsor del juicio por destitución.

El primer golpe que le propinó Temer a Rousseff sería contundente. El 29 de marzo se anunció que el PMDB rompía la coalición con  el gobierno y abandonaba la administración.

Con este anuncio, Temer llamó a los 7 ministros del gabinete de Dilma a abandonar sus cargos. Además, lo más importante, el PMDB, el de mayor fuerza política en el país, con sus 69 diputados y 18 senadores también le daban la espalda a Dilma.

El proceso de destitución ya estaba en marcha en el Congreso brasileño, y su frágil alianza con el PMDB era lo único que podría evitar el juicio, pero con el rompimiento, el PMDB pasó a ser el principal impulsor del mismo.

Aunque pidió la renuncia de los ministros de su partido, Temer seguiría como vicepresidente brasileño, ya que desde esa posición, podría hacerse con la presidencia de manera interina, una vez que Dilma fuera separada del cargo.

Rousseff ha acusado directamente a Temer de ser el autor de un Golpe de Estado en su contra. Esto se reforzó con la aparición de una grabación en donde Temer ya ensayaba su discurso como presidente interino, unos días antes de la votación.

Para Dilma, esta grabación era una prueba contundente de la existencia de una conspiración contra su gobierno y señaló directamente a su vicepresidente de ser el líder de los conspiradores.

Aunque Dilma trató de negociar uno por uno con los legisladores del PMDB, el resultado es el ya conocido, tanto en la Cámara de Diputados, como en el Senado, la mayoría votó a favor del juicio político, y Temer, como líder del PMDB, fue uno de los responsables.

Su plan de gobierno

Temer tiene por delante unos meses bastante complicados, con la economía brasileña en una recesión histórica, una clase gobernante cuestionada y manchada por escándalos de corrupción, y un latente descontento social.

Además, su popularidad entre los brasileños es preocupantemente baja. Según cifras de la encuestadora brasileña Datafolha, publicadas previo a la suspensión de Dilma, apenas el 2 por ciento de la población votaría por Temer en una elección presidencial.

La misma encuesta mencionaba que el 60 por ciento de los brasileños estaban a favor de su renuncia, y un 58 por ciento opinaban que el entonces vicepresidente debería ser sometido de igual forma a juicio político.

Estas cifras reflejan no solo la impopularidad del ahora presidente, sino la poca legitimidad que tiene su mandato de cara a los brasileños un personaje que no solo quiere cumplir el interinato, sino que quiere terminar el mandato constitucional en 2018 y presentarse a la próxima contienda presidencial.

Primera polémica

La presentación del gabinete ya generó su primera polémica, los 24 ministros elegidos por Temer son hombres blancos, excluyendo a mujeres, negros y mulatos que en los últimos años habían ganado espacios en el gobierno.

En el interinato se espera un viraje en las políticas económicas.

Temer también aseguró que protegerá las investigaciones sobre el caso de corrupción en Petrobras, en donde dos de sus ministros son objeto de investigación, y el propio Temer ha sido señalado como beneficiario.

Sin urna

Temer es el tercer presidente emanado del Partido del Movimiento Democrático Brasileño que llega al poder. Ninguno llegó a través de las urnas

> José Sarney
1985
Tras la muerte de Tancredo Neve, Se convirtió en el primer presidente del PMD.

> Itamar Franco 
1992
Llegó a sustituir a Fernando Collor de Mello, quien había renunciado tras un juicio político en su contra.

>Michel Temer 
2016
Asume la presidencia interina, una vez que el Senado apartó de manera provisional a Rousseff.