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‘Quantative Easing’: se apagó la imprenta

El gran experimento que inició la Reserva Federal de Estados Unidos con motivo de la crisis financiera del 2008 llegó a su fin. 

Esta política monetaria poco convencional, denominada Quantative 

Easing (QE), consiste en inyectar dinero a la economía mediante la compra de activos a los bancos.

A pesar de generar todavía controversia entre los principales analistas económicos, la mayoría señala al QE como uno de los principales factores que contribuyeron a la recuperación económica de Estados Unidos.

85
mil millones de dólares al mes fue la magnitud de la inyección de liquidez que la Reserva Federal insertó a la economía durante un periodo prolongado
Ahora las autoridades económicas de EU enfrentan nuevos retos, como los bajos niveles de inflación y el momento adecuado para subir las tasas de interés el próximo año
http://youtu.be/6nLYvInP104

El gran experimento que inició la Reserva Federal de Estados Unidos con motivo de la crisis financiera del 2008 llegó a su fin. 

Esta política monetaria poco convencional, denominada Quantative 

Easing (QE), consiste en inyectar dinero a la economía mediante la compra de activos a los bancos.

A pesar de generar todavía controversia entre los principales analistas económicos, la mayoría señala al QE como uno de los principales factores que contribuyeron a la recuperación económica de Estados Unidos.

La historia determinará la eficacia de este programa y la viabilidad de aplicarlo en otros mercados, como el europeo. 

Mientras tanto, las autoridades económicas estadounidenses se enfrentan a nuevos retos, como los bajos niveles de inflación y el momento adecuado para comenzar a subir las tasas de interés el próximo año. Conoce a detalle los pormenores del Quantative Easing.

La función del banco central

La principal función del banco central en una economía es conducir la política monetaria. Esto hace referencia a los cambios en la oferta de dinero para expandir o contraer a la economía.

En palabras coloquiales, los bancos centrales se encargan de “imprimir” dinero y con esto influir en la inflación. Entre más dinero exista “persiguiendo” bienes, la inflación será más alta.

Del mismo modo, los bancos centrales pueden retirar dinero del mercado para reducir la inflación, pero con un impacto negativo en las inversiones (si no hay mucho dinero, la gente gasta menos).

En ese sentido, el banco central de nuestro país, el Banco de México (Banxico), tiene como misión procurar el poder adquisitivo de la moneda.

El problema es que la realidad es más compleja que la teoría. Hoy en día los bancos centrales cuentan generalmente con tres mecanismos para inyectar dinero en una economía:

1. Tasa de referencia: es la tasa que utiliza el banco central para prestarle dinero al resto de los bancos. Entre más baja, los bancos pueden pedir más dinero y a su vez prestarlo a la población a tasas más bajas.

2. Requerimiento de reserva: en su papel de autoridad, el banco central impone al resto de los bancos una cantidad de dinero mínima que deben tener todo el tiempo. Actualmente este requisito no suele modificarse mucho.

3. Operaciones de mercado: cuando se busca reducir la oferta de dinero, el banco central vende activos, como bonos de gobierno, a cambio de dinero con el que se quedan. Asimismo, compran activos cuando quieren estimular la economía.

El gran experimento

Cuando ocurrió la crisis financiera del 2008, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, el banco central) redujo las tasas de interés de referencia a casi 0 por ciento para estimular el crecimiento económico.

Sin embargo, la política monetaria tradicional no tuvo los efectos deseados y el Quantative Easing nació como consecuencia.

En lugar de comprar bonos gubernamentales, el QE se enfoca en adquirir de los bancos otros activos con un mayor nivel de riesgo.

Por ejemplo, la Fed compró activos hipotecarios a los bancos que tienen mayor plazo que los bonos. A cambio, los bancos recibieron grandes cantidades de efectivo con la intención de que puedan prestar más fácil dinero a la población.

La relevancia de la política fue el tamaño de las compras, la Fed llegó a adquirir más de 85 mil millones de dólares en activos al mes durante un periodo prolongado.

Uno de los riesgos de esta política es que cuando los inversionistas tienen acceso fácil al dinero, son más proclives a gastarlo en activos riesgosos, e incluso crear burbujas económicas.

¿Sigue Europa?

El viejo continente es clasificado por analistas como el mayor peligro económico actual del mundo.

La mala situación económica en la que está sumergida la Eurozona contrasta con la relativa recuperación económica de Estados Unidos.

Esta diferencia lleva tiempo presionando al Banco Central Europeo (BCE) para que adopte una política de QE como la de la Fed.

La compra de activos no es ajena al BCE. En otras ocasiones desde la crisis compró deuda soberana de países emproblemados como Grecia, España e Italia. 

Sin embargo, si pretenden que la economía no se estanque, algunos analistas afirman que debe incursionar en medidas más agresivas, como las que hicieron los estadounidenses.

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