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La ventaja del shale

En medio de la peor crisis petrolera en tres décadas, la industria del petróleo shale de Estados Unidos está reduciendo sus costos y tomando ventaja contra fuentes de suministro tradicionales en la competencia por atraer inversiones.

El colapso de casi 60 por ciento que los precios petroleros han sufrido en los últimos dos años fue en gran parte diseñado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Arabia Saudita, para sacar del mercado a sus competidores con mayores costos.

60%
de la producción que resulta lucrativa en un escenario de precios de 60 dólares por barril proviene de la industria shale
La industria del shale de Estados Unidos ya es más competitiva que la de otras zonas que tradicionalmente han recibido mucha más atención e inversión
“Hay más oportunidades para invertir en Estados Unidos, y ahí es donde la inversión tendrá lugar” 
Simon FlowersPresidente y analista en jefe de Wood Mackenzie

En medio de la peor crisis petrolera en tres décadas, la industria del petróleo shale de Estados Unidos está reduciendo sus costos y tomando ventaja contra fuentes de suministro tradicionales en la competencia por atraer inversiones.

El colapso de casi 60 por ciento que los precios petroleros han sufrido en los últimos dos años fue en gran parte diseñado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Arabia Saudita, para sacar del mercado a sus competidores con mayores costos.

El enemigo número uno de la OPEP en esta estrategia fue la industria estadounidense de petróleo de esquisto (shale, en inglés). La precaria condición financiera de la mayoría de estas empresas, junto con sus mayores costos, presionó a la industria y levantó alarma en los mercados.

Sin embargo, los productores de shale han resultado ser más resistentes, innovadores y flexibles de lo que se pensaba.

La firma de consultoría Wood Mackenzie reporta que desde el 2014 las empresas de estadounidenses de shale han logrado recortar sus costos en hasta 40 por ciento. En comparación, los recortes en los proyectos de rubros distintos al shale sólo han logrado recortes promedio de 10 a 12 por ciento.

Eso quiere decir que en el actual escenario de precios, en niveles de entre 50 y 60 dólares por barril de crudo, muchos proyectos de gran escala como la explotación de reservas en aguas profundas no resultan lucrativos. En cambio, el precio de recuperación de costos en zonas de explotación shale, como Eagle Ford y Permian Basin en Texas, es de entre 40 y 50 dólares por barril.

En otras palabras, la industria del petróleo shale de Estados Unidos ya es más competitiva que la de otras zonas que tradicionalmente han recibido mucha más atención e inversión, como los proyectos de aguas profundas del Mar del Norte o del Golfo de México.

“Hay más oportunidades para invertir en Estados Unidos, y ahí es donde la inversión tendrá lugar”, dijo Simon Flowers, presidente y analista en jefe de Wood Mackenzie, en entrevista con el portal OilPrice.

Ganando la inversión

Wood Mackenzie reporta que gracias a menores precios de equipo y mejoras de productividad, el 60 por ciento de la producción petrolera que resulta lucrativa a 60 dólares por barril de crudo proviene de las empresas de shale.

En cambio, sólo el 20 por ciento de la producción lucrativa en este escenario proviene de la producción de aguas profundas.

Como resultado, el número de proyectos de explotación de gran escala aprobados como económicamente viables se ha reducido significativamente, pasando de 40 al año entre el 2007 y el 2013 a ocho en 2015. Incluso entre los 68 proyectos de este tipo que ya habían sido aprobados, 380 mil millones de dólares en inversiones han sido postergados.

Para México, que apostó que gran parte del interés de los inversionistas posterior a su reforma energética se daría en proyectos de aguas profundas, el incremento de competitividad de los productores shale no es una buena noticia, aún a pesar de que el país cuenta con formaciones de esquisto en el noreste de su territorio.

Precios no despegan

Por si la renovada competencia por parte de los productores shale no fuera suficiente fuente de preocupación, parece que el balance en el mercado petrolero aún se encuentra lejano, por lo que los precios se mantendrán deprimidos en el mediano plazo.

Después de tocar un mínimo de 12 años a finales de enero, los precios petroleros han experimentado un repunte de más de 70 por ciento. Este rally ha sido impulsado por disrupciones de producción en lugares como Canadá, Nigeria y Libia.

Pero ahora que estas disrupciones están desapareciendo, y que la demanda en mercados clave como los de Asia parece estarse debilitando, el pesimismo está regresando a los mercados. “Aún hay excesos en el mercado -cientos de millones de barriles de crudo en exceso. Tomará un largo tiempo reducir este exceso de inventarios”, dijo recientemente Khalid al-Falih, ministro de Energía de Arabia Saudita, durante una rueda de prensa con los medios alemanes.

“No parece que haremos mucha mella en los inventarios globales (de crudo) hasta la segunda mitad del 2017”, dijo Tim Evans, especialista en futuros energéticos de Citigroup, en entrevista con Reuters.

“El mercado está mostrando progreso considerable relativo a la sobreoferta de los últimos dos años, pero va a tomar más tiempo rebajar los inventarios a niveles más normales”, agregó Evans.

Con todo esto en mente, las buenas noticias aún se ven lejanas en el mundo petrolero, en México y en el mundo.

>La eficiencia del shale
La mayor parte de los recortes de costos de la industria proviene de menores precios de proveedores, pero también han contribuido mejoras de productividad derivadas de cambios en las prácticas de explotación:

>Lenta profundidad
Los proyectos de aguas profundas, de los más caros y de largo plazo en la industria petroleras, no han podido recortar costos en los últimos años al mismo paso que sus competidores shale, retrasando miles de millones de dólares en inversiones:

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