Drones con sello mexicano

Mediante la colaboración de foros en Internet, el tijuanense Jordi Muñoz ha logrado establecer una empresa competitiva que genera ganancias por 10 millones de dólares en tan solo pocos años. Sus productos ya son demandados por empresas de renombre.

Como si se tratase de un cliché de los emprendedores en el sector informático, el tijuanense Jordi Muñoz se convirtió en el presidente de una compañía de aviones no tripulados a pocos años de dejar truncados sus estudios en ingeniería para adentrarse en un proyecto riesgoso desde la cochera de su casa.

"La electrónica es como las drogas. Usted lo puede comprar por 1 dólar
y lo vende por 40 dólares”
Jordi Muñoz

Mediante la colaboración de foros en Internet, el tijuanense Jordi Muñoz ha logrado establecer una empresa competitiva que genera ganancias por 10 millones de dólares en tan solo pocos años. Sus productos ya son demandados por empresas de renombre.

Como si se tratase de un cliché de los emprendedores en el sector informático, el tijuanense Jordi Muñoz se convirtió en el presidente de una compañía de aviones no tripulados a pocos años de dejar truncados sus estudios en ingeniería para adentrarse en un proyecto riesgoso desde la cochera de su casa.

A sus 26 años pretende cerrar su empresa el 2013 con una ganancia anual de 10 millones de dólares, duplicando así lo que generó a finales del 2012. Al igual que muchas historias de otros emprendedores, sus comienzos no fueron tan brillantes como luce ahora su futuro.

Dando a conocer sus progresos a través de Internet fue como lo descubrió Chris Anderson, quien sería su inversionista, mediante un video donde se volaba un helicóptero autónomamente a través de un controlador del aparato de entretenimiento de Nintendo, la consola Wii. 

Con al apoyo financiero de Anderson lograron producir sus primeras 40 unidades de drones, los cuales se vendieron en el primer día, mostrando así el mercado potencial que tenían a su alcance. De esta forma nace en el 2007 la empresa 3D Robotics.

Lo innovador de su proyecto es que pudieron crear helicópteros de piloto automático a un costo relativamente barato (alrededor de 200 dólares por unidad) y de fácil uso, donde las modificaciones se pueden ver en tiempo real.

Nombrado como Quadcopter, pasó de ser un proyecto casero a convertirse en un producto demandado por empresas como Walt Disney, Boeing e incluso hasta por la NASA. Y es que más que un juguete, se trata de un complejo androide al que se le puede programar viajes mediante coordenadas, cuenta con sistema de GPS y demás dispositivos que demande su uso establecido.

En México ya se está considerando usar para cuestiones de seguridad fronteriza y detección de sustancias ilícitas. Por ello, la alcaldía de Tijuana podría ser la primera en el país en contar con su Departamento de Drones para así realizar operativos de forma efectiva y con menores costos en contratación.

Dichas aeronaves podrán realizar actividades de forma más ecológica, por la reducción de emisiones por parte de aeronaves más pesadas; segura, porque ya no se arriesgarán vidas humanas, y hasta prácticas, pues se podrá llegar a espacios más pequeños, a diferencia de los actuales medios que se usan.

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